Esta ruta comparte recorrido con la del Mirador de Languardia, pero al llegar al mirador continua por pista en dirección este hasta llegar a la base de la atalaya natural de San Andrés. El recorrido se desvía de la pista medio kilómetro antes de llegar al cerro, al que se asciende atravesando zonas de roca y tierra erosionadas por pequeños torrentes. Finalmente se encara la subida a San Andrés por su cara oeste salvando una fuerte pendiente. Habrá que tener cuidado en este tramo para evitar resbalones. Desde lo alto, además de su característico arco, podremos contemplar unas inmejorables vistas
de todo el Prepirineo, las llanuras de Monegros y la Sierra de Alcubierre.